Beneficios de la siesta
La sociedad suele olvidar que las siestas no son solo para niños. A menudo, se asocian con la pereza, pero, sorprendentemente, ¡las siestas pueden ser muy beneficiosas! Si se hacen bien, las siestas son excelentes para mejorar la productividad y el rendimiento, el bienestar y la salud.
Los distintos tipos de siestas pueden aportar distintos beneficios. A continuación, se explican algunos de ellos:
Las siestas son excelentes para mejorar el estado de ánimo.
¿Te despertaste con dolor de cuello? Tal vez perdiste el autobús por poco. ¿Soy solo yo? ¿Por qué todos respiran tan fuerte?
A veces, nuestros días no transcurren como lo habíamos planeado y eso puede afectar nuestro estado de ánimo. Según un estudio, las siestas pueden aumentar significativamente la tolerancia a la frustración, aumentar la productividad y reducir la impulsividad. Estar cansado no es divertido, pero estar de mal humor e irritable cuando tenemos sueño es aún peor. A veces, solo necesitamos una recarga rápida para mejorar nuestro estado de ánimo.
Las siestas pueden aumentar tu rendimiento
Incluso una siesta corta puede hacer que te sientas renovado y con más energía. Claro, puedes tomar una taza de café, pero la cafeína puede perjudicar seriamente nuestras habilidades motoras. Por otro lado, está científicamente demostrado que las siestas mejoran nuestra memoria, nuestra capacidad de atención, nuestro razonamiento lógico y nuestra capacidad de resolución de problemas. Un estudio realizado por la NASA descubrió que una siesta de 26 minutos mejoraba la capacidad de atención general de los pilotos, así como su productividad y rendimiento.
Las siestas reducen el cansancio
Puede que esto parezca bastante obvio, pero sigue siendo un gran beneficio, especialmente si dormiste mal la noche anterior. La falta de sueño puede hacer que rindamos menos de lo esperado y las siestas pueden ayudarnos a recuperar nuestros niveles normales.
Según un estudio realizado en Australia, la falta de sueño se correlacionó con errores en el lugar de trabajo, disminución de la productividad y problemas de seguridad.
Así que la próxima vez que no te sientas al cien por cien, ¡considera echarte una siesta! No solo es bueno para el cuerpo, sino que también puede ayudarte a despejar la mente.